21.2.06

Tears at night



La ropa iba callendo al suelo, mientras en su mente, pensamientos difusos iban de un lado para otro.
El frío y la soledad embargaba el ambiente, y la lluvia silvaba amenazante. Poco a poco el filo de sus memorias también iban quedando desnudas.
Asomaban las lágrimas cristalizadas como agujas callendo sobre su piel las cuales convertidas ahora en dolor punzante, en el pasado fueron lágrimas saladas y resbaladizas en la piel del ser que amó.
Ahora era parte del dolor de aquellas lágrimas lloradas lo que recorría su sangre, lo que en cierto ayudaba a ver la equivocación que cometió en su día, y que ahora,lágrima por lágrima, sufre a diario.

Por fin un resplandor de felicidad asomó, un poco de papel hizo que cesaran aquellas lágrimas húmedas y dulces. Creía sentir felicidad entonces, pero nada más lejos de la realidad; su sentimiento se debatía entre el dolor, la culpabilidad y la sin razón.
Nada ha sido como antes desde entonces. Las castañas dan paso al barro, los coches a la música, la automoción a la informática, y la sonrisa al llanto melancólico. No hay nada mejor que un niño agarrado a una ilusión, ni nada peor que un niño sin ilusión alguna. Aquel niño tenia ilusiones,muchas, y un desequilibro del pasado esfumó todo aquello que le daba la vida.

Un día, dos días, 100 días, 200 días, un no-aniversario..... La vida seguía a su alrededor,acordándose siempre de los cristales que cada día tenía q soportar que se le clavasen como agujas,frutos de aquel niño sin ilusión...

Ahora la vida recobra su rumbo, torna distinto al de antes,pero sigue siendo un rumbo. Nada es una ilusión sin un niño al que pertenecer; nada es un niño sin ilusiones que le pertenezcan. Pero nada es aquello que siente que hizo en el momento que más se necesitó su ayuda....


Pero yo, desde este otro lado de la pantalla, espero que algún día reciba su perdón, su cálido cariño, sus suaves abrazos, y sus tiernos gestos, para que el día en que llegue el futuro, esas lágrimas saladas del pasado, cristales helados del presente, y su cuerpo, se fundan en una lluvía de arcoiris mojado, haciendo renacer nuevas sensaciones, y nuevos esquejes de una vida plena y llena de amor.



Dedicado a ti, osito.